Hacia muchísimo tiempo que no publicaba ninguna receta,
aunque si he introducido nuevas tiendas, sitios dónde aprender e información
para alergias.
La receta de hoy no es dulce, sino salada y además de una
web vegana, concretamente Dimensión vegana.
Desde hace unos meses he descubierto muchas recetas
veganas, son recetas que no contienen ningún producto animal.
Los veganos no solo se limitan a no comer ningún producto
animal, sino que respetan al máximo a los animales. A grandes rasgos, se puede
decir que no se visten con prendas que procedan de animales, tampoco utilizan
ningún producto que se haya testado en animales y consideran que los animales
tienen los mismos derechos que nosotros.
No me acuerdo cómo descubrí a esta gente de DimensiónVegana, supongo que en algún grupo de Factbook vegano o algo parecido. Son dos
chicos sudamericanos que viven en Madrid, Javier y Erick. Tienen una forma
divertida de explicar las recetas y se ve que disfrutan un montón haciéndolo.
Cómo viven en Madrid, aunque a veces utilizan productos que no son muy
conocidos por nosotros, los españoles, dicen dónde encontrarlos o porque
producto lo podemos cambiar.
El ingrediente básico de la receta es la Quinoa o Quínoa.
Es un pseudo cereal con grandes propiedades, entre ellas: es alta en proteínas,
tiene los 8 aminoácidos esenciales para el organismo, alta en antioxidantes lo
que hace que ayude a prevenir el cáncer, contiene fibra, reduce el colesterol
malo, tiene omega 3 y 6, vitaminas A, B y C, hierro, calcio, magnesio y cinc y
no contiene gluten así que es apta para celíacos y lo mejor de todo esta
buenísima. Para mi sólo tiene un inconveniente su precio, no es barata. Si picáis en este nombre Mireia Gimeno, veréis
un video de una paella de quinoa dónde Mireia os explica todo lo que os he
dicho.
Voy con la receta:
Ingredientes:
1 taza de quinoa
3 cucharadas de perejil y ajo picado.
3 cucharadas de fécula de yuca o maicena.
1 cucharadita de sal.
Elaboración:
Lavar la Quinoa para quitarle la saponina, tal cómo
indica Mireia en su vídeo. Una vez lavada la ponemos a hervir. Ponemos en una
cazuela dos tazas de agua (en el vídeo de Dimensión Vegana dice dos y media
pero a mi me gusta con menos) y le añadimos la quinoa. Una vez el
agua empieza a hervir tapamos la cazuela y la dejamos a fuego lento hasta que
la quinoa absorba todo el agua, suele tardar unos 15 minutos más o menos.
Una vez hervida la quinoa, la dejamos enfriar y le
añadimos las tres cucharadas de ajo y perejil picado, las tres cucharadas de
fécula de yuca, yo lo hice con maicena porque no tenia yuca, lo mezclamos todo
bien y las dejamos reposar unos 10 minutos, en mi caso estuvieron más tiempo.
Hacemos las tortillas, en el video de dimensión vegana
sobre el minuto 5:40 os lo explican súper bien. Yo las hice algo más pequeñas
que las suyas porque la primera se me rompió al darle la vuelta en la sartén. Aunque
parezca que son unas tortitas crujientes, en verdad quedan elásticas y son más
delicadas al freírlas.
Encima de la tortilla podéis poner un montón de cosas, yo
las unté con guacamole y encima le puse trocitos de tomate, olivas negras a
trocitos y anacardos crudos picados.
Aquí os pongo dos fotos de las tortitas que comí ayer en el
trabajo, así que las fotos no son muy buenas.
Estoy segura que si las probáis os encantaran.