La verdad es que no sé en que perfil de cocina de los que me gusta vi una imagen parecida a lo que os enseño hoy.
Me hizo recordar que nunca le había hecho a mi marido este plato, uno que de vez en cuando hacía mi madre y pensé que seguro le gustaría.
Es un plato sencillo y divertido.
Ingredientes:
1 Panecillo redondo (tipo hamburguesa) para cada persona. (*)
1 huevo grande.
Piñones para decorar.
Primero cortamos la parte superior del panecillo y le quitamos casi toda la miga para hacer un hueco.
Separamos las claras de las yemas y las batimos a punto de nieve.
Freímos ligeramente el pan, por todos los lados de forma que nos quede un poco dorado y lo ponemos encima de un papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
Introducimos la yema dentro del hueco y ponemos como tapa las claras batidas a punto de nieve.
Para decorar, le pondremos los piñones como si fuese un erizo y metemos los panecillos en el horno con el gratinador encendido durante dos o tres minutos, de forma que las claras cojan color.
Introducimos la yema dentro del hueco y ponemos como tapa las claras batidas a punto de nieve.
Para decorar, le pondremos los piñones como si fuese un erizo y metemos los panecillos en el horno con el gratinador encendido durante dos o tres minutos, de forma que las claras cojan color.
Nos quedara esto:
Y por dentro el resultado es este:
Yo le puse dos huevos porque los que tenía eran pequeños. Es una forma original de comer un huevo frito.
(*) Yo lo hago con pan de panaderia, no con los bollitos industriales como los de Bimbo. Supongo que con los industriales quedará más dulce.